En el ámbito de las transacciones comerciales, especialmente en cuanto a empresas, siempre hay una entidad que entrega un producto o servicio, y que recibe una contraprestación económica por parte de quien lo haya recibido. En pocas palabras, acabamos de resumir qué es un acreedor y qué es un deudor.
Conceptos de acreedor y deudor
Siguiendo con el mismo hilo argumental, definiríamos como acreedor a aquella persona (normalmente jurídica) que adquiere el derecho a recibir un pago; la figura del deudor (una persona física o jurídica) es quien está obligada a satisfacer dicho pago.
Dado que las transacciones comerciales se pueden dar prácticamente en todos los sentidos, la misma figura que actúe como deudor con respecto a otra, podría ser acreedora de una tercera parte.
En realidad, el significado de deudor y acreedor se puede resumir poniendo a ambas figuras como las dos caras de la misma moneda (en este caso, para ser más precisos, de la misma transacción comercial): el deudor es quien debe el dinero, y el acreedor es a quien se le debe el dinero.
Diferencia entre acreedor y deudor
Entre el deudor y el acreedor surge una diferencia fundamental en materia de derechos y obligaciones, los cuales en realidad se complementan entre sí, puesto que el ámbito en el que tienen vigor estas figuras es el de una transacción comercial concreta.
Por ejemplo, una empresa que se dedique al comercio mayorista actuaría como acreedora de sus clientes (comercios minoristas) y deudora de sus proveedores (fabricantes u otros mayoristas).
En el ámbito de las personas físicas solo hablaríamos de deudores, puesto que nos referiríamos a los consumidores que deben dinero a personas jurídicas en contraprestación por los productos o servicios adquiridos.
Cuáles son los derechos de cada uno de ellos
En general, solo tiene sentido hablar de acreedores o deudores cuando nos encontramos en el contexto de una transacción comercial en la que una de las dos partes (la acreedora) entrega un bien o servicio a la otra parte (la deudora), y esta última debe pagar a la acreedora por ello.
Por lo tanto, el acreedor ostenta el derecho a cobrar el importe correspondiente a sus productos o servicios, y para ello los refleja en tickets o facturas; asimismo, adquiere la obligación de entregar dichos productos o servicios en las condiciones pactadas con el cliente.
Análogamente, el deudor adquiere el derecho a recibir la entrega de los productos o servicios que ha contratado o adquirido, y a cambio tiene la obligación de satisfacer el pago por el importe pactado con su acreedor.
Cuando el deudor no cumple con su obligación de pagar al acreedor, se da una situación de impago de facturas: el acreedor tiene derecho a reclamar el impago al deudor, y podría llegar a emprender acciones legales para conseguirlo e incluso ceder el derecho de crédito a un tercero quien pasaría a ostentar la posición de nuevo acreedor frente a un mismo deudor.
La principal diferencia entre deudor y acreedor se explica entendiendo a ambas partes como intervinientes de la misma transacción: mientras que el deudor es quien debe pagar la deuda, el acreedor es quien ostenta el derecho a cobrarla.
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